by Rosicky Guillermo

La inmundicia en persona: un barrabrava disfrazado de jugador

 

Tras algunas semanas alejado de los semanarios para esta prestigiosa página web, he decidido volver a la carga. El motivo, como podrán notarlo en las próximas líneas, es ensañarme en forma despiadada con un (¿ex?) jugador de CALABRIA.

Este muchachito, a quien algunos no vacilan en adjetivar como “dominado”, y que en algún momento –que ya forma parte del pasado- supo recibir el apodo de “potro”, ha reincidido en conductas que demuestran que, por motivaciones bien conocidas, es un pollerudo. Con esta breve descripción damos el puntapié para hacer algunos comentarios sobre un personaje célebre de nuestro equipo. Sin más prolegómenos, nos referimos al individuo en cuestión: el señor Atilio Germán Jeremías Ferriksenn.

 

La actitud del señor objeto de las críticas que emite la presente columna es digna de destacar, pero no precisamente por su protagonismo en las actividades grupales que usualmente llevamos a cabo, sino justamente por todo lo contrario: el ausentismo para con CALABRIA y su debilidad ante la carne del sexo opuesto.

 

Bien sabido es que el colorado tiene una personalidad débil y tornadiza, cambiante, cuyas principales tentaciones son la cerveza y la ropa interior femenina.

Ojo, no esta solo, estos gustos son compartidos por otros miembros de CALABRIA: el vicio por la cerveza lo comparte con un conocido marrano que ya encontró a una de su raza para seguir procreando y en cuanto al underwear, este gusto lo identifica con un elegante hombrecillo de la noche rosarina, cuyos principales hobbies son el fútbol, la moda y salir a buscar sábalos con el león.

 

Atilio Germán Jeremías Ferri es ampliamente reconocido que esta teniendo una actitud detestable. Lo urgimos a cambiar su horrible forma de ser y que, cuanto antes, vuelva a ser el potro de las finanzas, la caravana y los stone.